En un tren dirigido a mitad de ninguna parte, entre el reino olvidado y el pais de los recuerdos, viajaba una
princesa sin corona, vestida con sueños rotos. Miraba
ausente la ventana, su corazón flotaba más allá del cielo de cristal y de las nubes de algodón, sus pensamientos volaban donde los pajaros no podían llegar y en sus manos ocultaba los pétalos de una rosa que el tiempo, o tal vez el destino, había decidido marchitar.
Hermoso pero triste :c
ResponderEliminarMe encanto :)
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